Si tengo que escoger entre el ganado cimarrón y el ganado
estabulado, me quedo con el segundo sin ningún género de dudas. Un caballo
percherón luce muy bonito piafando sobre una loma, pero todos estaremos más
seguros si se le confina en un recinto adecuado. Esta afirmación cobra especial
sentido cuando hablamos de animales provistos de esos hirientes apéndices
llamados cuernos. Puede resultarnos muy divertida la imagen del pastor
persiguiendo, taburete y cubo en mano, a la vaca por el prado con el propósito
de ordeñarla, pero la vida será más fácil para todos si el voluminoso animal
reside en una casita oportunamente acondicionada para alojar rumiantes.
Hemos heredado un planeta hermoso y nuestra obligación no es la de preservar esa hermosura, sino la de mejorarlo, y en el mundo ideal de mis sueños los seres potencialmente peligrosos están separados de mí por un foso o más de tres pulgadas de metacrilato. Si no son capaces de donar su leche y su miel civilizadamente, y a todas luces parece que en efecto no lo son, habrá que tomar medidas para que la situación siga siendo sostenible, la botella aparezca cada mañana junto a mi puerta, el campo sea un lugar seguro por el que pasear junto a alguien y al ganadero una vaca no le arranque los cojones de una coz cuando este le eche mano a las ubres, y para ello lo más seguro es atarle las patas.
Hemos heredado un planeta hermoso y nuestra obligación no es la de preservar esa hermosura, sino la de mejorarlo, y en el mundo ideal de mis sueños los seres potencialmente peligrosos están separados de mí por un foso o más de tres pulgadas de metacrilato. Si no son capaces de donar su leche y su miel civilizadamente, y a todas luces parece que en efecto no lo son, habrá que tomar medidas para que la situación siga siendo sostenible, la botella aparezca cada mañana junto a mi puerta, el campo sea un lugar seguro por el que pasear junto a alguien y al ganadero una vaca no le arranque los cojones de una coz cuando este le eche mano a las ubres, y para ello lo más seguro es atarle las patas.
Por supuesto que quiero que el día de mañana mis hijas
puedan ver caballos, bueyes y todo tipo de fauna (espero que a mis hijos no les
dé por esas sensiblerías y estén jugando al fútbol y a la guerra), pero para
eso se crearon las granjas escuela y los parques zoológicos. La historia del
mundo es la historia de la lucha de especies y nosotros hemos ganado la pelea:
ocupemos con orgullo la cúspide de las pirámides legal y alimenticia y pongamos
un poco de orden en el patio antes de que haya un disgusto, sin crueldad pero
con la mano firme que se hace necesario exhibir para tratar con las bestias.
Porque a ver si os creéis que una piara de gorrinos iba a tener compasión de
vuestros hijos lactantes si se los encontrasen a la salida de un bar de moda.
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