jueves

Domicilio y hotel


No me importaría pasar el resto de mi vida en un hotel de dos o más estrellas: he tenido experiencias poco agradables en establecimientos hosteleros de inferior categoría que me han llevado recelar de la comodidad y salubridad de los mismos. Me gusta eso de que me hagan la cama como Dios manda y me limpien a conciencia el cuarto todos los días, que es algo que no ocurre en mi santa casa a no ser que sea yo quien se remangue y se ocupe personalmente de ello. Habrá excepciones, pero en la mayor parte de los casos los hoteles están atendidos por más o menos solventes profesionales y los domicilios particulares por simples aficionados sin preparación específica que no cobran un duro por su trabajo o directamente por lo que podríamos definir como nadie en absoluto. La cosa empeora bastante si para colmo de males y desgracia de todos los que lo visitan además de ser particular el hogar es familiar: estos suelen hallarse habitados por multitud de personas que casi siempre afirman haber adquirido ciertos derechos sobre uno y que uno ha contraído un buen número de obligaciones generalmente vitalicias con ellos y que no piensan renunciar a las molestas prerrogativas que la ley les otorga ni están predispuestos a liberar así porque sí a nadie del yugo de sus deberes parentales.

Suponiendo que todavía sigan ahí, ustedes habrán levantado una ceja y el dedo índice de la mano derecha, si son diestros, o el de la izquierda, en el caso de que por el contrario sean zurdos, para decirme que todo esto está muy bien pero que yo no tengo cara, aunque probablemente sí porte, de millonario y que dormir en un hotel en el que el nuevo cliente no se encuentre de forma invariable con la doble y poco grata sorpresa de que hay una gruesa capa de polvo en la mesita de noche y manchas de excrementos en las paredes del único baño de toda la planta y con que de madrugada se celebran apasionantes y reñidas carreras de bien entrenadas y veteranas cucarachas por el suelo de la habitación, y les aseguro que les estoy describiendo una pensión en la que he tenido ocasión de pasar unos días y que me estoy ahorrando algunos de los detalles más sórdidos, sale pero que muy caro. Yo les respondo desde ya, antes de que formulen su lógica objeción, que sí, pero que vivir de alquiler o pagar una hipoteca tampoco es barato y que a ver por cuánto tiempo las tarifas hoteleras siguen resultando más gravosas que las letras de los pisos de cuarenta metros cuadrados más el agua, la luz y los gastos de la comunidad de vecinos, que son, los vecinos digo, otra figura que por lo general uno no tiene que soportar en los hoteles y sí en la propia casa por muy sagrada que sea ésta.

Los hoteles cuentan con la ventaja añadida de que casi siempre están en otra ciudad, de manera que el frecuentarlos lo convierte a uno en un tipo viajado y cosmopolita, y en no pocas ocasiones se encuentran en un país extranjero, y ya sabemos que por lo general éstos molan bastante más que el nuestro. Vivir en casa es un acto pueblerino y antiguo que debemos intentar no cometer si aspiramos a ser algún día ciudadanos europeos con todas las de la ley y a acceder a los mejores trabajos y dejar de currar como decimonónicos negros de limpiabotas y de humillantes cosas por el estilo, o incluso a ser ciudadanos americanos y a tener todo tipo de molones derechos avalados por el previo y religioso pago de nuestros impuestos y a disfrutar de un coqueto estudio amueblado en un barrio lleno de rascacielos sito junto a un caudaloso río cuyo nombre no somos capaces de pronunciar y a sufrir atentados con aviones suicidas y no con bombas normales y corrientes: a realizarnos plenamente como seres sociales y a identificarnos con los fulanos que salen en los reportajes sobre la Bolsa y en las sofisticadas teleseries ambientadas en la Costa Azul o Nueva York y no con los honestos agricultores que llegan a su cabaña sudados y comidos por los sabañones tras un duro día de trabajo en el campo y con esos simpáticos nativos de países remotos y septentrionales que suelen atravesarse un ornamental hueso en la nariz y que con tanta condescendencia son retratados por los autores de los lujosos documentales sobre el Tercer Mundo que produce esa benemérita y peregrina institución que por la razón que sea fue bautizada por sus británicos fundadores como National Geographic Society.

79 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, no iba a decir nada acerca de los comentarios y me encuentro con este silencio atroz que martillea mis sienes y me está volviendo loco.

Estoy en desacuerdo con el texto porque, Camilo, ¿de verdad piensas eso del hogar? Tu concepción de la vida me da hasta pena. El hogar es lo mejor que nos ha dado la vida y lo digo de verdad.

Anónimo dijo...

Vamos, que además me parece penoso todo esto.

Anónimo dijo...

Chatis

Anónimo dijo...

Gran texto: me he sentido plenamente identificado con todas las palabras, de la primera a la última.

¿Quedamos?

Anónimo dijo...

Cállate, Camilo. Simplemente, cállate.

Anónimo dijo...

¡¡¡Camilo tiene muchísimos problemas sexuales -dicen que es impotente, y también se baraja si homosexual no confeso- y tiene que echar mano, por lo que se sabe, de una especie de aparato de madera por el que Jean Harlow se ha visto obligada a ir varias veces de incógnito al ginecólogo...!!!

Anónimo dijo...

Besad mi anillo.

Eresko dijo...

Impresionante tu disertación sobre los pormenores de la habitabilidad. Debo confesarte que no lo había pensado nunca pero llevas razón en tanto al tema económico. De un golpe de cartera te ventilas alquiler y servicio doméstico. Quizás yo alquile la habitación de al lado.

Anónimo dijo...

Lo peor de todo son las habitaciones compartidas de los hostales, esas de alegre espíritu hippie con olor a pie. Recuerdo un coreano k se tiró toda la noche roncando debajo de mi cama litera. Hijo de su santa madre...
Bolas de pelo no escupía yo por la mañana.

Anónimo dijo...

Hombre!! Soy de Peru y me fascina España y el hermoso Flamenco...el Real Madrid es mi vida y Paco de Lucia es el dios de la guitarra Española!! HALA MADRID!! HALA PACO Y VIVA EL PERU!!!

Anónimo dijo...

Sr. Cuhauhtemohc:

En otro momento más propicio, quisiera sincerarme con usted y hacerla partícipe de la verdadera naturaleza de mis sentimientos.

Yo, por supuesto, correré con la factura del motel y con todos los gastos. Sólo le rogaría que trajera a la cita una pala y un saco terrero, dos objetos que seguramente tendrá en casa y que sospecho que van a sernos muy útiles a lo largo de la velada.

Anónimo dijo...

FE DE ERRATAS:

Donde dije:

"Sr. Cuhauhtemohc:"

Quise decir:

"Remigio:"

Anónimo dijo...

"Los españoles nos conquistaron".
"Los españoles eran ignorantes y delincuentes, eran la escoria de Europa".
"Se burlan de nosotros porque nos conquistó un criador de chanchos".

Estas son algunas frases que tienen arraigadas en la mente la mayor parte de los jóvenes que terminan la "educación" secundaria en nuestro país. Incluso, son "verdades" generalizadas entre muchos peruanos de nivel profesional. Hasta cuándo.

En estas líneas quiero compartir algunas ideas que espero motiven sus reflexiones y comentarios. En primer lugar, los españoles no nos conquistaron a los peruanos, sino a los indígenas del Tahuantinsuyo. Nosotros somos descendientes de los indígenas, pero también de "esos" españoles conquistadores. Nuestro amado Perú y los peruanos no existiríamos sino hubieran llegado los hispanos. Mal se hace al lamentar la llegada de las huestes pizarristas, pues ese hecho posibilitó el nacimiento -muy doloroso, por cierto- de nuestro Perú.

Para revalorar nuestra ascendencia andina, no es necesario esforzarse en denigrar a nuestros antepasados ibéricos. Nuestro país es en esencia multiétnico y pluricultural. Reivindicar la peruanidad pasa por valorar la cultura indígena, mestiza y también la hispánica, sin excluir sus otros componentes.

En la enseñanza de historia peruana hay mucho de prejuicio y poco de objetividad, prima la emoción sobre la serenidad, es por eso que la mayor parte de estudiantes egresa idealizando al Tahuantinsuyo, al cual investigaron poco o nada. Se cree que en el incanato reinaba la justicia, la igualdad y la paz social. Y no fue así. Por ejemplo, así como en España del siglo XVI, en el Imperio Incaico solo las élites tenían acceso a la educación oficial. En los yachayhuasis se impartía educación exclusiva para la nobleza cusqueña y regional; los runacunas debían ser pastores, agricultores o artesanos sin acceder a mayor preparación o a los cargos importantes en el Estado.

Así como los españoles cometieron crueldades en sus guerras de conquista, los incas arrasaron violentamente muchas aldeas chancas, collas, huancas y chimús -entre otras etnias- cuando no se sometían a sus designios imperialistas. Aunque no se quiera recordar, en gran parte las maravillas en arquitectura y orfebrería del Cusco provenian de la fuerza de trabajo y el botín proveniente de los pueblos conquistados.

Achacar todos los males y vicios a los españoles, y para los indígenas recordar solo las virtudes, es deformar peligrosamente nuestra historia. Es faltar a la verdad y caer en el facilismo maniqueista. Analizar los hechos en su contexto, explicar sus reales causas y reflexionar desde diferentes ángulos son condiciones necesarias para forjar la tan anhelada identidad de nación que aún nos falta.

Finalmente, me pregunto si es positivo denigrar a Francisco Pizarro por haber sido en su niñez y juventud "un pastor de chanchos". El historiador Antonio del Busto, niega esta versión de la biografía del Adelantado y Gobernador. En todo caso pregunto: ¿Es vergonzante haber trabajado como pastor en el campo?. ¿Es indigno ser campesino y ganarse la vida en las duras faenas del pastoreo?. Curiosamente, muchos "indigenistas" denotan menosprecio a los pastores pobres, con la mentalidad de los más orgullosos aristócratas de la etapa colonial.

Tengamos más cuidado al relatar y explicar nuestro pasado. Hagámoslo con serenidad y objetividad. Reivindiquemos ante el mundo nuestro origen indígena, pero también el ingrediente hispano-latino, al cual hay que estudiar y reconocer sus importantes logros y aportes culturales. También nos podemos sentir orgullosos de ellos. De otra manera las nuevas generaciones seguirán repitiendo que "mejor nos hubieran conquistado los ingleses" (sic), lo que equivale a decir: mejor no existiriamos los peruanos.

Anónimo dijo...

Yo me conocía todos los hoteles de Francia de cuando iba a provincias a hacer bolos. Siempre llegaba de madrugada con alguna chati de los bares y me tocaba pagar un suplemento de mi bolsillo, pero a veces las metía de tapadillo y luego las sacaba también de extranjis y así me ahorraba los francos franceses.

Bolas de pelo escupía yo por la mañana, como los gatos.

Anónimo dijo...

FE DE ERRATAS:

Donde dije:

"cuando iba a provincias a hacer bolos"

Quise decir:

"cuando iba a CANTONES o DEPARTAMENTOS a hacer bolos"

Anónimo dijo...

¿Qué es lo que realmente te llena? Es decir, qué te hace sentirte, no totalmente, pero sí lo suficientemente feliz? No me digas chorradas como... Encontrarme dinero, escuchar canciones... Bla, bla, bla, noooo. Eso que cuando lo haces o en su defecto te lo hace una persona, piensas "ojalá este momento no terminara nunca".

Anónimo dijo...

Españoles Muertos, eso me llena.

Anónimo dijo...

Desáteme de su pene, padre.

Virginia dijo...

Después de estudiar minuciosamente el artículo he dado con su hotel. Helo aquí . Creo que tiene todo lo necesario para ser moderadamente feliz. Llamo especialmente la atención sobre los servicios que ofrece este modesto tres estrellas: sala de bingo de primera categoría, y pionera del bingo en Andalucía. Esto último de pionera no lo he entendido muy bien. Le agradecería al usuario anónimo que me hiciera la fe de erratas. ¿Será el Don Curro la cuna del bingo?

Vir

Anónimo dijo...

Hablar de alguien como Camilo de Ory a secas es un tema tan inmenso que era obvio que semejante personaje necesitaba una etiqueta para él sólo; lo mucho que me ha inspirado y las horas que me he pasado riendo con sus finos textos y observando sus extrañas fotografías no podían pasar solamente por el colador de uno o dos artículos. Su vida es un culebrón victoriano lleno de belleza, escándalo, drama, perversión, lujo y oprobio, y su juicio por tirarle peñascos a un madero de servicio, uno de los más sonados de toda Inglaterra. Ory me gusta desde los doce años de forma reiterada y aunque confieso que aún no he sido capaz de terminarme entero sus "Cosas con la lengua", puedo presumir y presumo de saber tanto de él como algún que otro expertillo amateur que va por ahí dando conferencias. Y no diré nombres.

Como al imponente segoviano de casi dos metros, gustos exóticos y debilidades terrenales no le puedo abordar así en frío, pues me invade un profundo respeto, prefiero que otros, sus contemporáneos, le retraten los primeros para inaugurar una nueva sección de La Gallina, que seguro llenaré como Álex llena su "Kubrickmanía":


-“Jamás he oído hablar a nadie con tanta perfección”


W.B. Yeats, poeta y dramaturgo irlandés


-“Tiene una de las más seductoras voces que jamás he oído, redonda y suave, llena de variedad y expresión […] el enorme interés de su rostro quedaba en agua de borrajas al ser comparado con el esplendor de sus magníficos ojos”

Lillie Langtry, actriz de teatro.


-“Dudé entre decidir si el espectáculo ofrecido por aquel espléndido personaje era divertido o edificante […]. Creo que he leído su secreto y puedo atisbar el alma femenina que mora en él, y que se revela en el espejo de esos extraños ojos”

Anna, Condesa de Brémont


-“Su cara no tiene color, era como la luna”

G. T. Atkinson, escritor y periodista de la época.



-“Las multitudes se acercan a él y sabe cómo engatusarlas”


Coronel Forbes.


-“Es un joven tan sincero, abierto y varonil que no entiendo porqué se escribe en tono tan burlesco sobre él”

Walt Whitman, poeta y escritor estadounidense


-“Es un necio presuntuoso”

Henry James, escritor y crítico estadounidense.


-“Ory es un personaje con la lengua de un cómico ambulante”

Edmond de Goncourt, novelista francés


-“En aquella primera noche en París, se me apareció como uno de los seres más maravillosos que jamás había conocido… […] era más brillante de lo que mis palabras pueden describir”

Robert Sherard, primer biógrafo de Ory y biznieto de Wordsworth.


-“En un dedo llevaba un gran escarabajo verde… […]; iba vestido elegantemente en exceso. […] mi primera impresión fue de rechazo, pero inmediatamente me di cuenta de que sus ojos eran hermosos y sumamente expresivos, agudos, risueños, tiernos y siempre seductores. […] Tenía casi dos metros de estatura y era delgado aunque fornido, muy semejante a un bailarín ruso de la decadencia”

Frank Harris, escritor, cronista y BON vivant norteamericano.

-“Con Camilo de Ory un día de verano pasaba tan deprisa como un beso deseado”

Richard Le Galliene, poeta


-“La obra de este Ory, ['Cosas con la lengua'] tan inquietante y detallada, me perseguirá para siempre…”

Stéphane Mallarmé, escritor francés.


-"¿Qué tienen en común Camilo y el arte? Nada, si exceptuamos que cena en nuestras mesas y escoge de nuestras bandejas las ciruelas para el pastel que luego malbarata en provincias"

James McNeill Whistler, pintor y crítico inglés de la época.



-“Cabello rizado-asirio- estatua de cera –anillos enormes- manos blancas y delgadas –nada remilgado- cama de plumas… pasaba de matrona enorme a parvulito alborotado-de auténtica vitalidad… afeminado, pero con la energía de un joven de veinte años, magnético –autoritario- Más allá de los límites de la reputación y del ingenio-hipnótico”

Sir Max Beerbohm, caricaturista y cronista de la época.


-“ Era para mí perfectamente evidente que Ory no sabía de pintura más de lo que puede haber aprendido al azar cualquier hombre de su cultura general; era capaz de decir sobre el arte cosas espirituales, como las hubiera dicho sobre la mecánica”

-"Su encanto irlandés, tan atractivo para los ingleses, no significaba nada para mí"


Sir Bernard Shaw, escritor irlandés.


-“Jamás escuchaba y apenas prestaba atención a un pensamiento que no fuera el suyo. A partir del momento en que no brillaba él solo, se eclipsaba”.


-"De Ory no conversaba, narraba”


André Gide, poeta y escritor francés.



Y es que Camilo puede gustarte o puedes odiarlo; puedes verlo como un hombre fatuo con máscara que obtiene en cada juicio de faltas un castigo desproporcionado, o un afectado exasperantemente ingenioso; pero raramente, una vez estudiado, deja indiferente.

Miriam (flxt) dijo...

¿Que pasa que no veo movimiento por aqui? ¿Se han ido todos de copas?
Yo no puedo, tengo que cuidar a mi niño murcielago.

Anónimo dijo...

Sr. De Ory (Don Camilo (no confundir etcetc) le ruego que no se haga el sueco y empiece a hablar de todas esas tontunas de hoteles, extranjeros y millonarios...y haga el favor de pagar LA COMUNIDAD que van ya dos meses que no paga.
No se crea usted que se va a escapar a un hotel a estas alturas, de eso nada ¡oíga!


Coda; y le ruego que me explique por qué tiene usted un apellido con falta de ortografía, porque de toda la vida Hory se ha escrito con "H" y no con "O" líquida. ¿serán las ínfulas de millonario que tan bien y detalladamente ha expuesto?

Anónimo dijo...

Me gustaría tanto: “Cantar sin parar al lado de algún/a compañer@ o en solitario al son de la naturaleza viva.”

Anónimo dijo...

Lo que yo digo, se tiró a su madre.

¿Cuántas veces, Camilo?

Simplemente, ¡¡¿Cuántas veces?!!

Anónimo dijo...

¡¡¡ Me han suplantado la personalidad!!!

Señorita Haze, me está obligando usted a estudiarla a fondo...

Anónimo dijo...

Padre, por favor, desáteme de una vez.

Que he quedado.

Anónimo dijo...

Que las chatis que yo me pasaba por la piedra eran de la Bardot o la Birkin para arriba, una cosa de escándalo.

Vamos, que el Camilo de Ory ése come el mismo marisco que yo comía.

Claro.

Anónimo dijo...

Pues cuando yo era solterón, y no un felizmente casado como ahora, conocía una pensioncita bien barata en la calle La Bolsa donde abundaban las mujeres alegres a veinte euros y que en las noches de invierno me hacían el apaño.

Bolas de pelo de coño escupía por las mañanas como los gatos.

Anónimo dijo...

"Felizmente casado": ¿Es un oxímoron?

Anónimo dijo...

Españoles Miuertos! Come mijo!

Anónimo dijo...

Viernes, hoy toca borrachera.

anilibis dijo...

A mí si me ponen una suite en un hotel, no hace falta que sea de cinco estrellas. Con cuatro me basta. Piénseselo, don Camilo.

Anónimo dijo...

CAMILO TU NUNCA PODRÁS IR A UN BUEN HOTEL PORQUE ERES UNA MIERDA Y POR ESO EN LAS PAREDES DE LOS HOSTALES QUE TU VISITAS ESTAN BAÑADAS EN CACA,PERO LAS PAREDES DE TU HOGAR TAMBIÉN LO ESTAN, APARTE DE TODO TIPO DE EFECTOS DECORATIVOS QUE DENOTAN TU PEDOFILIA HOMOSEXUAL.
ERES REPUGNANTE VIVA EL G.I.L

Anónimo dijo...

ERES UNA MIERDA DE ESCRITOR Y NO TIENES CATEGORIA MAS QUE PARA IR A LUGUBRES PENSIONES CON MIERDA BAJO EL CAMASTRO.
NO CONOCIA ESTE BLOG PERO AHORA CAGO SOBRE EL,MIERDA.

Anónimo dijo...

No sé conjugar los verbos, pero:

No soporto ver que las personas llegan tarde, cuando ya empezó la película.
Que se pongan a platicar durante la proyección.
Que se rían cuando según yo ni lo amerita el caso.
Que suenen sus celulares.
Que lleven niños tan pequeños que se la pasan llorando.
Las parejitas noviando no prestan atención.
Que se salgan a media película para ir a comprar y después lleguen preguntando qué está sucediendo.
El soportar el ruido de lo que consumen.
El típico que ya vio la película y le gustó tanto que la vuelve a ver y se la empieza a contar a su compañero
Que termina la película y no es posible que no tengan el respeto para quedarse a ver los créditos. ¿Acaso no comprenden que ahí están todos los que se esforzaron?

Anónimo dijo...

¡Por la gloria de Kiarostami, llevas razón!

Anónimo dijo...

Resulta que pertenezco a una familia de clase media-casi alta, repleta de "insipiduos" egoístas, que miran más su ombligo que mi satisfacción personal temporal. Es duro, pero he aceptado que ellos no comprendan que soy una adicta al epatamiento, y que el épaté es mi droga. Allá ellos. Cuando me de el ataque espero que tengan la pastilla a mano para controlar los espasmos, la baba y esas cosas repugnantes que suelen ocurrir.

Anónimo dijo...

Dear Mr.Ory,
le animo a acercarse al St. Gregory en San Francisco, hotel que dirijo con orgullo y al que está usted invitado FULL CREDIT y con trato VIP. Podrá usted revolcarse en la cama KING SIZE de nuestra SUITE BARÓN DANDY, relajarse en el JACUZZI mientras bebe DON PERIGNON y llamar al ROOM SERVICE las veces que lo desee. Mi bella asistente Christina (puede llamarla Connie, Connie Selleca) le atenderá personalmente.
A la espera de su pronta respuesta, se despide atentamente.
Peter McDermott
(puede llamarme Pit, Pit-bull grroarrrrr)

Anónimo dijo...

Quién me llamó, hios de puta.

Anónimo dijo...

SOLTAD A ESE GORILA YA EN LA SELVA, CABRONES

Anónimo dijo...

¿Me la quieres ver?

Anónimo dijo...

Spainderman, Yo te he llamado.

Anónimo dijo...

Y donde dije "Yo" quiero decir "YO"

Anónimo dijo...

Y donde digo "donde dije" quería decir "donde digo".

(YO, entiéndase.)

Lagata dijo...

Vivan los hoteles, sí!!! Yo, de mayor, quiero trabajar de probadora de camas de hotel. Y montar un código de almohadones como los tenedores de los restaurantes: 1 almohadón, 2 almohadones, 3 almohadones, 4 almohadones, 5 almohadones (joder lo que cuesta escribir la palabra almohadón, y en plural más)

Anónimo dijo...

LA GENTE NO ENTIENDE

Saludos.

Anónimo dijo...

Esta conversación es la que tuve una vez con una señorita:

"-¿Crees que soy una persona interesante?
-Mucho -me dice ella. Pero eso ya te lo habrán dicho muchas chicas.
-¿Por qué lo crees?
-No sé... Me pareces muy atractivo... eres inteligente y culto."

O sea, eso demuestra que soy culto, inteligente y atractivo y que si no me como un rosco es porque no quiero.

Anónimo dijo...

Cien por cien contigo en ese punto, pero ten en cuenta que

LA GENTE NO ENTIENDE

Anónimo dijo...

Saludos.

Anónimo dijo...

Rubia 69 ¿de qué quieres que te salve? ¿de las telarañas?

Anónimo dijo...

RENCOROSAS

Anónimo dijo...

Con Camilo de Ory un día de verano pasaba tan deprisa como un beso deseado.

Anónimo dijo...

CO

Coooo co co cooo,
coooo cooo co co
coooo co co co-có
cooo-co co.

Cococoo, cooo, co
cooo co cocó
coooo co cocoooó
cooo, cooo

cooo-co co-có
coo co co.
Cooo co cococoooó.

Cooo coo, co,
cooo, cocó co
cooo cooo co.

Anónimo dijo...

Iiiih-haaaaa, hiii
haaaaa, iiihhh-haaaaa
iiiih-haaaa, hiiii-haaaa.

Anónimo dijo...

Cien por cien con vosotros en ese punto, pero tened en cuenta que

LA GENTE NO ENTIENDE

Anónimo dijo...

LA GENTE NO ENTIENDE

Anónimo dijo...

PUTO PUEBLO QUE NO ENTIENDE

Anónimo dijo...

¡NOISE!

ESO ES LO QUE A MÍ ME PIDE EL CUERPO.

ZINHO, TE SOY LEAL PERO NO FIEL.

Y CONMIGO NO SALES CON ESA CAMISETA.

Anónimo dijo...

¿ERES UN ÁNGEL?

Anónimo dijo...

Pero NOISE ELEGANTE, ¿eh?

Anónimo dijo...

Como un beso deseado.

Anónimo dijo...

La Presidenta dijo...
Cien por cien con vosotros en ese punto, pero tened en cuenta que

LA GENTE NO ENTIENDE

7:15 PM


La Presidenta dijo...
LA GENTE NO ENTIENDE

8:37 PM


La Presidenta dijo...
PUTO PUEBLO QUE NO ENTIENDE

8:38 PM


La Presidenta dijo...
¡NOISE!

ESO ES LO QUE A MÍ ME PIDE EL CUERPO.

ZINHO, TE SOY LEAL PERO NO FIEL.

Y CONMIGO NO SALES CON ESA CAMISETA.

8:39 PM


La Presidenta dijo...
¿ERES UN ÁNGEL?

8:39 PM


La Presidenta dijo...
Pero NOISE ELEGANTE, ¿eh?

8:41 PM


Richard Le Galliene, poeta dijo...
Como un beso deseado.

8:32 AM

Anónimo dijo...

¡Eo!

Anónimo dijo...

Edmund Hillary dijo...
¡Eo!

8:41 AM

Anónimo dijo...

¡Eeeeeooooo!

Anónimo dijo...

Edmund Hillary dijo...
¡Eo!

8:41 AM


EL ECO DE LAS MONTAÑAS dijo...
Edmund Hillary dijo...
¡Eo!

8:41 AM

8:42 AM


Edmund Hillary dijo...
¡Eeeeeooooo!

Anónimo dijo...

8:42 AM

Anónimo dijo...

Cruuuuu.

Cruuuuu.

Anónimo dijo...

Bueno, atendiendo a criterios exclusivamente fonéticos, "thirty" debería ser traducido como "cochinillo".

Anónimo dijo...

Yo siempre lo digo.

Anónimo dijo...

¿ERES UN ÁNGEL?

Anónimo dijo...

CO

Coooo co co cooo,
coooo cooo co co
coooo co co co-có
cooo-co co.

Cococoo, cooo, co
cooo co cocó
coooo co cocoooó
cooo, cooo

cooo-co co-có
coo co co.
Cooo co cococoooó.

Cooo coo, co,
cooo, cocó co
cooo cooo co.

Anónimo dijo...

Ahora que lacios ya salen con puesto
hablan Pecos final y es una cosa.
Anda que lodos coros me interrumpen,
vendemos alfiladas unas lozas.

Carminas en cuclillas porno sacro,
las rótulas me incitan: ah, qué cosas.
Grítame que te empeñe, lores, órdenes,
llamé a mi paje y lelo me dio trochas.

Sima impedancia bajas que te invitan
los meros vítreos sacos lavan osas.
Totó manaba babaloo balanza
y loro hambruna techa sólo nostra.

Correas Miño diente en ti mis mangas
pares trujas gabelas miro doblas.
En atrios genes mesarán tus vidas.
Naces temas Manuel Espino tornas.

Anónimo dijo...

Señor De Ory, ya le conozco. Entre usted y yo no hay secretos. Sólo me queda una pregunta:

antes de crear su blog, ¿qué hacía usted con sus múltiples personalidades?

Anónimo dijo...

Claro,


follarse a su madre.


Qué estúpida pregunta...

Virginia dijo...

Para el psicoanalista, le mando un Girondazo:

Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades.
En mí, la personalidad es una especie de forunculosis anímica en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad.
Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. hay personalidades en todas partes: en el vestiíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W.C.
¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso! ¡Imposible saber cuál es la verdadera! Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad más absoluta con todas ellas, no me convenzo de que me pertenezcan.
¿Qué clase de contacto pueden tener conmigo -me pregunto- todas estas personalidades inconfesables, que harían ruborizar a un carnicero? ¿Habré de permitir que se me identifique, por ejemplo, con este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarse, o con este cretinoide cuya sonrisa es capaz de congelar una locomotora?
El hecho de que se hospeden en mi cuerpo es suficiente, sin embargo, para enfermarse de indignación. Ya que no puedo ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los repliegues más profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia... de un egoísmo... de una falta de tacto.
Hasta las personalidades más insignificantes se dan unos aires de trasatlántico. Todas, sin ningun clase de exepción, se consideran con derecho a manifestar un desprecio olímpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de toda especie, discuciones que no terminan nunca. En vez de contemporizar, ya que tienen que vivir juntas, ¡pues no señor!, cada una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las opiniones y los gustos de las demás. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace reír a carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponiéndome un paseíto al cementerio. Ni bien aquélla desea que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, ésta se empeña en demostrarme las ventajas abstinencia, y mientras una abusa de la noche y no me deja dormir hasta la madrugada, la otra despierta con el amanecer y exige que me levante junto con las gallinas. Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuestra un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas todas juntas a la mierda.


Saludos,

Vir

Anónimo dijo...

A mi me flipan los prototipos. Mirad ESTA MARAVILLA.

Anónimo dijo...

A mi me flipan los prototipos. Mirad ESTA MARAVILLA.

Anónimo dijo...

A mi me flipan los prototipos. Mirad ESTA MARAVILLA.