miércoles

Fiestas


En verano nuestra geografía se llena de alegres fiestas durante las cuales la gente bebe y se pelea y le arranca la cabeza a un pollo vivo o le tira bengalas a un toro manso: en España sí que sabemos divertirnos. Todavía no hemos abandonado la ancestral costumbre de ir armados a los guateques, y cuando uno tiene un arma termina usándola, sobre todo si se ha metido entre pecho y espalda tres litros de vino dulce y un mozo del pueblo de al lado intenta quitarle la novia, que también ha bebido y se ha convertido en el centro de atención y oscuro objeto de deseo de toda la verbena y de toda la comarca. En todas las peleas en que he intervenido, la cosa ha seguido el mismo patrón: en algunos casos me ha tocado hacer de novio celoso, en otros de mozo del pueblo de al lado y en los menos de novia que ha bebido, pero eso era cuando todavía tomaba alucinógenos.

Por lo que pueda pasar, nunca le dirijo la palabra a las amigas de los tíos que tienen patillas de bandolero, ya que éstos tienden a tirar de navaja con bastante facilidad. Yo mismo me he dejado patillas para intimidar a los posibles rivales amorosos, y estoy intentando convencer a mi novia para que se las deje ella también, más que nada para despistar un poco. Cuando uno llega vivo a cierta edad aprende a comportarse en las verbenas y las fiestas patronales: hay una serie de reglas no escritas que nadie va a enseñarte y que uno deduce por el método de ensayo y error. Lo más sensato es quedarse en casa y no acudir a estos eventos, pero es que he nacido en el Mediterráneo y la sangre me tira mucho.

En el sofisticado Manhattan la gente no suele llegar a las manos y soluciona las cosas a base de miradas llenas de desprecio y mordaces comentarios entre canapé y canapé, pero nosotros no vivimos en Nueva York ni asistimos a ‘parties’ en las que el políglota camarero se pasea entre los invitados con una bandeja de ‘delicatessen’ en cada mano. En la fiesta de la cosecha puede uno ensayar sus despectivas miradas y prodigar sus ácidas pullas, pero lo más probable es que eso termine por cabrear a algún tipo con patillas que acaba de arrancarle la cabeza a un pollo, y yo prefiero no enfrentarme con rivales de esa talla ni de ninguna otra, a no ser que esa otra talla sea mucho más pequeña que la mía, y tener la fiesta en paz, si es que tal cosa es posible.

43 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo hice mucha verbena de pueblo en mi juventud, pero los pueblos de Francia son otra cosa. Nos pagaban con panes de a kilo y después holgábamos con las muchachas en el heno. Las muchachas, y debo corroborar el tópico para convertirlo en Verdad, nunca se depilaban, lo cual le daba al asunto un matiz animal que a medias me fascinaba y a medias me repugnaba, pero siempre me resultaba inspirador. Rara era la noche que no sacábamos algo en limpio los chicos de la orquesta y yo.

Bolas de pelo escupía yo por las mañanas, como los gatos.

Anónimo dijo...

Lo cierto es que había perdido la esperanza en el autor tras sus últimos artículos publicados en este blog.

Como lector, me preocupaba no reconocer la sofisticada chispa del antiguo Camilo en sus últimos textos, e incluso llegué a perder la esperanza en reencontrarme con su esencia, es decir, en que el propio Camilo se reencontrase consigo mismo.

Sin embargo, y para mi felicidad, la lectura de este artículo me ha hecho volver a confiar en su estilo. Lo hamo, o sea. Y no puedo sino seguir reafirmándome en mi amor hacia él.

Porque sí, sus últimos textos eran malos, eran mediocres, eran Caca, y evidenciaban una decadencia creativa que muchos consideramos irremediable hasta la publicación de Fiestas, la prueba fehaciente de que él no está acabado.




Gracias.

Anónimo dijo...

Ha olvidado usté (no sé si a propósito) un último y farragoso aspecto: el de intentar seducir en pleno apogeo de cogorcidad a la prima de uno, quince años menor. O menor a secas.

Que conste que yo jamás he hecho tal cosa. Me limité a husmearle porcino la grupa y vomitar en su regazo, de la más casta y fraternal de las maneras.

Anónimo dijo...

Sr. De La Pústula, los aquí presentes le agradeceríamos que aportara documentación gráfica acerca de su juvenil y floreciente prima, para la cosa de la inspiración.

¿Se acuerda usted de la Birkin? Pues también era prima de alguien.

Anónimo dijo...

En mi humilde opinión, la gracia está en el incesto en sí.

Pero sírvanse visitar la página de la comisión de fiestas, donde podrán encontrar imágenes en las que mi prima frota con lascivia su ingle contra la cucaña, y que espero les inspiren elevados sentimientos y amor al prójimo en general.

nunca dijo...

todo lo que he leído por aquí, me ha encantado

Anónimo dijo...

Ese lunar que tienes,
Cielito lindo,
junto a tu boca

he de comunicarte,
Cielito Lindo,
que es melanoma.

Ay, ay, ay, ay,
canta y no llores,
porque cantando mejoran,
Cielito Lindo,
los resultados de la radioterapia

Anónimo dijo...

¡Estoy de acuerdo!

Sólo digo una cosa dijo...

Si lo que quería era hablar del eterno retorno podría haberlo hecho sin recurrir a este metafórico rodeo. Y ya está.

nunca dijo...

He estado leyendo más por aquí y por los enlaces, e incluso he investigado un poco sobre usted y vaya, cuánta sorpresa y cuantísimas sonrisas. Me recuerda a Horacio Oliveira , no sé que opiará de ello pero a mí me parece bastante bien. No tengo talento para elogiar así que me limito a guardar esta página para poder cotillearla a menudo.
Saludos y enhorabuena.

Anónimo dijo...

Yo no sé que opiará el señor Camilo de Ory del meticuloso sistema matemático según el cual elaboré la medida de los versos de mi perfecto poema El Cuervo, pero lo cierto es que no existía tal meticulosidad, y por no existir no existía ni el sistema ni la citada perfección. era un poco un truño, aunque eso sí, un truño muy clásico.

Bien. Ahora que ya he confesado, ¿puedo sacarme la churra?



Voy a opiar un poco en privado sobre este asunto...

Anónimo dijo...

AAAAAAAHHHHHHHHHHH





















MUERTE SEGURA!

Anónimo dijo...

Jo Jo JO




¿Os sabéis el chiste de Irene Villa y la tapa del cola cao?

Anónimo dijo...

Cobardes!

Anónimo dijo...

Reconozcámoslo, Camilo: a ninguno de nosotros nos importaría demasiado si a María San Gil le pegaran mañana un tiro en la cabeza.

Anónimo dijo...

Reconozcámoslo.

Anónimo dijo...

Venga, venga, juo, juo.

¿Cuál es el calzado favorito de Irene Villa?


¡Las tapas del cola-cao!


¿Y cuando va a hacer deporte?


¡Las tapas del cola-cao Turbo!

Anónimo dijo...

SOY NORMAL

Anónimo dijo...

MONSTRUOS!

Anónimo dijo...

Camilo ama a Fidel. Que lo he leído yo. Le escribe décimas castristas al pueblo de Cuba.








Sigfrido, deja ya la pleisteishon.

Anónimo dijo...

YO AMO LA ESPAÑA ESA DEL QUIJOTE

Anónimo dijo...

Y, esto, ¿qué tal todo?

Anónimo dijo...

Regular.

Anónimo dijo...

Entiendo.

Anónimo dijo...

...

Anónimo dijo...

Y, esto, ¿tu hija sigue con pocholo?

Anónimo dijo...

YO AMO LA ESPAÑA ESA DE LOOORCAAA

Anónimo dijo...

Estoy pensando en hacer una novela gráfica -quiero decir, un cómic- con los artículos de Camilo de Ory. Será como mezclar a Woodhouse con Ibañez y un poquito de La Masa de los ochenta.


Y sí. Saldrán tetas.

Anónimo dijo...

A mí es que el cómic siempre me ha parecido un poco una cosa para retrasados mentales.

Anónimo dijo...

Estimado Camilo:

He procurado no "entender" su decisión de hacer el blog cíclico a base de reeditar los mismo artículos una y otra vez en un bucle autodigestivo de prosas, de verdad que que he intentado "experimentar su blog", y no "analizarlo"... pero nada.


¿Podría al menos darme una pista sobre qué extraño motivo le ha llevado a cometer semejante locura?



Gracias.

Anónimo dijo...

(En realidad es todo una metáfora sobre el yin y el yan, esto es, sobre la coexistencia en un mismo universo del bien y el mal representada por dos dimensiones paralelas que son a la vez idénticas y a la vez antagónicas en la que habitan seres de otro mundo (y enanos), algunos de ellos dispuestos a poseer humanos con el fin de llevar a cabo sus maquiavélicos planes. Entre todo esto se emiezan a reeditar los artículos y al final resulta que la culpa toda es del padre de Camilo de Ory.)

Anónimo dijo...

¿Y el padre de Camilo de Ory es Carlos Edmundo de Ory?

Anónimo dijo...

(No, ése es su tío abuelo.)

Anónimo dijo...

Jo, pues vaya putamierdah de final.

Anónimo dijo...

Pues mi tío abuelo fornicaba con sus cabras. Además fue a la guerra de Cuba, donde le apresaron y encerraron en un castillo al borde del mar del que logró escapar sólo para caer al agua, en la que se ahogó porque no sabía nadar. Es lamentable, pero es verdad.

Por eso mi abuelo, su sobrino, me conmina aún hoy a cultivarme e instruirme en las artes natatorias. Que para fornicar, insiste aferrándome el brazo, siempre hay tiempo.

Conmovido quedo, Don Camilo, con sus bucólicas y genealógicas evocaciones ha conseguido usté que me ponga sentimental.

Anónimo dijo...

La portavocía de la Administración desea dejar claro que los certeros y documentalmente constatables comentarios a que el señor Sumergible hace referencia no son obra de don Camilo de Ory ni de ninguno de sus cada vez menos numerosos heterónimos, sino de un gallego descendiente por línea directa de don Francisco Franco Bahamonde que, en un gesto de coherencia con los valores familiares, se acaba de rapar la cabeza, y que conoce a una chica que durante los encuentros románticos propone a sus partenaires practicar innovadores juegos que incluyen la deportiva expulsión de sustancias gelatinosas por la nariz.

Al César lo que es del César.

Queda así dicho para que conste el __del__de____

Harold L. Willmington,

Portavoz suplente pero plenamente autorizado de la Administración

Sr. Curri dijo...

Bravo!
Camilo ha vuelto!

Anónimo dijo...

¿Y le hace gracia?
¿le parece jocoso?
pues que le folle un oso.

Don Peperomio dijo...

Acabadas sus cosas con la lengua.
Probe Mambrú.

Anónimo dijo...

Estoooo....en Manhattan no son tan elegantes en sus formas como dices, querido Camilo. A poco que ofrezcas la ofensa en tu rostro, te han encañonado con una semiautomática del 45 que riete tu de las bengalas de los cuernos del toro.

beamijita dijo...

pues yo he de comentar que acabo de descubrir este blog y que solo he leido este ultimo post pero aun asi ya me ha gustado bastante.

tambien he de decir que he llegado a el gracias a la curiosidad pues no se de que rama ni generacion pero soy una ory como usted y me he resultado curioso encontrar a alguien de mi familia con una sabia reflexion sobre nuestras "estupendas y diplomaticas fiestas", la caul comparto enormemente.

aun asi una no es capaz de resistirse de vez en cuando a pasarse por una de ellas...

un saludo familiar (nunca mejor dicho)
beatriz de ory

Pillar dijo...

Magnifica disección antropológica de la verbena popular.
Efecto analéptico para la abajo firmante. Mi naturaleza performática, teorizadora y posmo se forjó en tales contextos. Nada como la deep Spain para forjar el carácter.




Magnífico descubrimiento su blog






Siempre suya, disfrazada de Woodman, Pilart.

SOSTEN M LA dijo...

UN DESAJUSTE HORMONAL.
PINCHAZOS.
ENFERMEDAD.
OTRO MÁS.