miércoles

MTV

La MTV ha cambiado y, en lugar de emitir sin interrupción videoclips que ilustran éxitos de radiofórmula con imágenes de chicas en actitud insinuante, hace lo propio con ‘realities’ en los que las referidas chicas van más allá de la insinuación gestual y entablan relación física con varones de mentalidad similar a la suya. Esto supone un avance y una adaptación al signo de los tiempos: dejamos atrás a la mujer como icono pasivo y objeto de deseo y le damos voz y papel en el televisado teatro de la vida. De la mujer florero a la mujer flor, que crece y se abre, curiosa y receptiva, al entorno. Lo que no sé es cómo encaja en todo esto el nombre de la MTV, con esa eme inaugural y mayúscula que significa “música”, pero tampoco lo tenía muy claro antes, porque en la mayor parte de los casos las canciones que ponían guardaban sólo una relación tangencial con tan excelso arte sonoro.

Uno de los ‘realities’ estrella de la actual MTV ha sido bautizado con el turbador título de Embarazada a los 16. Cuando una flor se abre al entorno y le da muestras de receptividad suelen pasar estas cosas, y la MTV, que es testigo y fedataria de los hechos que conforman nuestra época, no podía sino dejar constancia de ello. Ojeando la parrilla de la cadena, vemos que en su fuego se cocina otro espacio llamado Teen mom 3, que presuntamente aborda una temática similar, aunque no estoy seguro de que no se trate del mismo, rebautizado así para captar a un público anglófilo.  A este programa le sigue el ‘reality’ Ya no estoy gordo, cuyo nombre arroja suficientes pistas acerca de los pormenores de su argumento. También está ese otro sobre la vida en común de Alaska y Mario Vaquerizo: es una reposición de hace dos o tres años, pero no importa, porque hay personas eternas que son a la vez el ayer y el hoy, la flor y el florero, la adolescente y la madre y el antes y el después del régimen de adelgazamiento.

En España siempre hemos ido con retraso en estas cosas y tradicionalmente recibíamos las novedades culturales cuando en sus focos de origen habían dejado de serlo hace tiempo, de manera que bastaba con encender la parabólica para ver el futuro, es decir, para enterarse de qué tendencia era la que imperaba en la poderosa América y nos iba a apabullar pasado mañana, pero la globalización y la TDT parecen haber cambiado las normas y hoy la ciencia y el progreso llegan a la vez a todos los rincones del universo. Vivimos, por lo tanto, en la zozobra y cualquier predicción acerca del porvenir será arriesgada, en lo que se refiere al mundo y en lo que se refiere a su reflejo en la MTV, cuyos contenidos de 2015 son ahora mismo un arcano. Según la lógica bíblica, a la Sodoma y Gomorra de ‘atrezzo’ en la que audiovisualmente habitamos debería seguirle una lluvia de fuego de guardarropía, pero vaya usted a saber. Yo, precisamente porque la incertidumbre es el signo de los tiempos, auguro una explosión definitiva del ya pujante fenómeno de las pitonisas. Es sólo una conjetura sin mayor fundamento: tres años son muchos y ni siquiera es del todo seguro que Alaska vaya a estar con nosotros para entonces.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grande Cami