miércoles

¡Sexo! ¡Sexo! ¡Sexo!


Estoy perdiendo el interés por el sexo a una velocidad que nos tiene alarmadísimos a mí, a mi santa esposa y a mis múltiples amantes ocasionales, y creo que la culpa no es de la edad, como tal vez alguien pueda haber pensado en un primer momento, sino más bien de la ola de erotismo que nos invade. Enciende uno la televisión, abre una revista o se asoma a la valla de una piscina pública y no ve más que culos y tetas, que son la manifestación carnal y palpable del amor mundano: lo malo de esta sobreexposición a unos en principio tan agradables estímulos es que cuando los mismos nos son presentados en el contexto de un encuentro erótico su visión ha dejado de ser novedad y de constituir el poderoso afrodisíaco que tan festiva e inconteniblemente burros nos pusiera a todos en el pasado.

Hace cien años, y es evidente que hablo de oídas o para ser preciso de leídas, ver por la calle una pantorrilla desnuda era un acontecimiento insólito que los albañiles celebraban con regocijo y que hacía sonrojarse a los niños y reír incontrolablemente a los clérigos. Hoy lo realmente difícil es tropezarse con una pierna cubierta hasta más abajo de la rodilla o vestida con un pantalón que permita una correcta y saludable circulación de la sangre. Las modas cambian y cada día resultan más rentables para las empresas textiles, que pueden confeccionar varios modelitos a la última con la tela que antes necesitaban para terminar uno o dos, dependiendo de la talla y por supuesto de la estación del año.

El sexo ha dejado de ser un placer más o menos privado para convertirse en un repetitivo espectáculo y en un negocio casi omnipresente: los publicistas utilizan el cuerpo desnudo de la gente para vender de todo, desde lencería hasta yogures con efecto laxante, pasando por colonias que presuntamente actúan como mágico reclamo amoroso y por veloces y multicolores coches con parabrisas, freno y marcha atrás, y las sex-shop y las tiendas de preservativos con sabor a fruta proliferan como hongos contagiosos en los bajos de los superpoblados bloques de edificios, por cierto cada vez más repletos de parejas que viven en pecado y de atípicas familias formadas por tres o más miembros y propensas al contacto físico y al incesto.

La culpa no es de los años, sino de la sociedad de consumo y de la selección natural y la dieta mediterránea, que engendran monstruos esculturales, y de los irresponsables padres que visten como visten a estos deseables monstruos. Creo que sigo siendo heterosexual, pero el intercambio deportivo de fluidos y el amor físico en general han dejado de llamarme la atención: cuando las nenas se desnudan ante mí en los moteles y en los servicios de los bares no sé si tengo que atender a la ya bastante remota llamada de la sangre y proceder a perpetuar la especie o comprarme un pack de seis yogures con bífidus activo, dos frascos de colonia de marca, un banco con tres patas para hacer abdominales y un coche deportivo que me pueda llevar lejos, allá donde el diablo y sus lascivas secretarias las tentaciones no tengan ganas de viajar para encontrarme.

84 comentarios:

El detective amaestrado dijo...

Pues a ver si llega hasta aquí esa famosa ola de erotismo que nos invade...Yo me paso el día en la playa esperándola

Anónimo dijo...

Si hemos de ser rigurosos, el término preciso es "oleada". Utilizar "ola" en este contexto es aceptar una suerte de barbarismo, elíjase galicismo o anglicismo según las filias y fobias de cada cual: en inglés y en francés los términos "wave" y "vague" significan en efecto indistintamente "oleada" u "ola".

Así, hablamos de la "nouvelle vague" o la "new wave" para referirnos a las diversas "nuevas olas" que se sucedieron en el mundo del arte a mediados y finales del siglo XX. Lo correcto en estos casos habría sido traducir como "nueva oleada" ambas expresiones.

Pero es que eso de "nueva oleada" suena mal y atenta contra el ritmo natural y la métrica espontánea del lenguaje, de manera que hemos asumido la otra expresión, más incorrecta o por mirarlo de otra forma más metafórica, y hemos convertido en monedas lingüisticas de uso común y tácitamente aceptado a las nuevas olas y las olas de erotismo que nos invaden.

La poesía, una vez más, le ha ganado la partida a la Academia.

Anónimo dijo...

Esto no se lo ata Dios a los cojones.

Ni borracho.

Anónimo dijo...

Y aquí RONALDO haciendo una comida ligera después de un entrenamiento.

Joan dijo...

Muy cierto es lo que dices (suena a Yoda, ¿no?) pero también es cierto que cada año, cuando llega el calor, uno se pone "malo" irremediablemente.

Anónimo dijo...

A mí todo esto me suena a excusa. Es la edad, don Camilo, no le de usted más vueltas.

Anónimo dijo...

Si es verdad que uno se termina saciando de estas cosas. Yo mismo, más de una noche le tuve que decir a la Birkin que se estuviera quieta con las manos y a la Bardot pues tres cuartos de lo mismo.

Luego igual salía por ahí y me lo montaba con cualquier fulana, que la variedad es algo que parece que siempre pues estimula y eso, y todo pues muy bien y tal, oye.

Bolas de pelo escupía yo por la mañana, como los gatos.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo.

Bujarrón.

Anónimo dijo...

Yo tengo una pregunta, profe :¿es esta entonces la razón de que usted haya abandonado la práctica de lucir gluteos y pantorrillas en público?

Es un espectáculo que le debe al mundo y a la historia de este nuestro país.

Sólo eso.

Anónimo dijo...

El Sr. De Ory me encarga que haga saber a la distinguida concurrencia que si ya no se baja los pantalones en público y hace como acostumbraba vida social de esa guisa tras la ingestión de su dosis semanal de ginebra con tónica y absenta con nada es para evitar que se le encasille. Recientemente ha llegado a sus oídos el eco de la siguiente conversación, que tuvo lugar en la cafetería de un centro docente y al parecer se reproduce con bastante frecuencia en campus universitarios, cafetines, bares y mentideros:

—El otro día fui a una lectura de Camilo de Ory.

—Ah, ¿el que se baja los pantalones?

Y Camilo opina, no sé si con razón, que él es algo más que eso.

Lagata dijo...

Es que al si le quitan el misterio y el halo de tabú (¿se dice tabudad?)que tiene el sexo, ya no tiene tanta gracia.
Como los programas sexoeeducativos de la tele: un bricomanía sin sierra mecánica.
¡¡¡Yo no quiero que me muestren todo!!! ¡¡¡Yo no quiero carne sin ingenio!!!
He dicho.

Sintagma in Blue dijo...

Qué dura es la vida de los salidos!

(nos van a tener que hacer un monumento)

Anónimo dijo...

Es posible su razonemiento. Es posible que no. Yo no doy a basto de tanto ver. Y no veo nada porque me la meneo con los ojos cerrados. Me imagino a las chicas... ah, ah, ah, ah

Anónimo dijo...

aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh... No tengo más que decir

Juan Manuel de Prada dijo...

Con sinigual delectación he recorrido este pasaje sobre erotismo y sexualidad marchita (que no mezquina). No se veía nada parecido, ninguna aproximación litearia a la sexualidad, la pasión y el corazón como mapa de calores y sentimientos, desde mi inaugural Coños.

Enhorabuena, Camilo.

Juan Manuel de Prada dijo...

Por si no se había dado cuenta, estaba siendo sarcástico.

Anónimo dijo...

El sexo mola! Gunila, ponme un cubata!

Anónimo dijo...

Me encantan las almejas.

Anónimo dijo...

Usted siempre rompiendo mitos, Camilo. Yo era de os que sí pensaba que los homosexuales eran promiscuos.

Ya sabe, homosexuales.

Ya sabe, promiscuos.

Como Oscar Wilde. O como Jose Luis Coll. ¿Sabía usted que el muy jodío le petaba a Jesús Vázquez en los inicios del muchacho? Como se lo cuento. No es coña. No es coña de blog. Tan cierto como mi espalda.

Anónimo dijo...

Hijo puta, 6D, como caes tan bajo.

Los chistes sobre el mariquerío de Camilo de Ory están ya muy pasados. Ahora lo que se lleva es el café de Zapatero. Que te pasas una semana griega y te pierdes, truhán.

Anónimo dijo...

No, lo que se lleva es ese tumor elefantiásico que aquel del que nunca hablamos tiene por mascota.

Anónimo dijo...

Dirás por novia.

Fascista.

Anónimo dijo...

¿Usted no hablaba en catalán?

Cayetana Altovoltaje dijo...

Igual es astenia primaveral. No es normal. Tómese unas vitaminas, Don Camilo. Hay una planta andina que te pone como un toro, pero no me acuerdo cómo se llama. Intentaré rescatar alguna neurona superviviente a las bacanales de semana laica.

Anónimo dijo...

Hijoputa, Camilo.

¿En serio que la culpa es de la sociedad de consumo?

Y yo poniéndola por las nubes en mi último libro.

Anónimo dijo...

Es usted un blando. Y yo que lo pongo por las nubes delante de mis hamigos.

Cágate en la goma de las bragas, prima.

(Algún día lo entenderá.)

Anónimo dijo...

Hablar de alguien como Camilo de Ory a secas es un tema tan inmenso que era obvio que semejante personaje necesitaba una etiqueta para él sólo; lo mucho que me ha inspirado y las horas que me he pasado riendo con sus finos textos y observando sus extrañas fotografías no podían pasar solamente por el colador de uno o dos artículos. Su vida es un culebrón victoriano lleno de belleza, escándalo, drama, perversión, lujo y oprobio, y su juicio por tirarle peñascos a un madero de servicio, uno de los más sonados de toda Inglaterra. Ory me gusta desde los doce años de forma reiterada y aunque confieso que aún no he sido capaz de terminarme entero sus "Cosas con la lengua", puedo presumir y presumo de saber tanto de él como algún que otro expertillo amateur que va por ahí dando conferencias. Y no diré nombres.

Como al imponente segoviano de casi dos metros, gustos exóticos y debilidades terrenales no le puedo abordar así en frío, pues me invade un profundo respeto, prefiero que otros, sus contemporáneos, le retraten los primeros para inaugurar una nueva sección de La Gallina, que seguro llenaré como Álex llena su "Kubrickmanía":


-“Jamás he oído hablar a nadie con tanta perfección”


W.B. Yeats, poeta y dramaturgo irlandés


-“Tiene una de las más seductoras voces que jamás he oído, redonda y suave, llena de variedad y expresión […] el enorme interés de su rostro quedaba en agua de borrajas al ser comparado con el esplendor de sus magníficos ojos”

Lillie Langtry, actriz de teatro.


-“Dudé entre decidir si el espectáculo ofrecido por aquel espléndido personaje era divertido o edificante […]. Creo que he leído su secreto y puedo atisbar el alma femenina que mora en él, y que se revela en el espejo de esos extraños ojos”

Anna, Condesa de Brémont


-“Su cara no tiene color, era como la luna”

G. T. Atkinson, escritor y periodista de la época.



-“Las multitudes se acercan a él y sabe cómo engatusarlas”


Coronel Forbes.


-“Es un joven tan sincero, abierto y varonil que no entiendo porqué se escribe en tono tan burlesco sobre él”

Walt Whitman, poeta y escritor estadounidense


-“Es un necio presuntuoso”

Henry James, escritor y crítico estadounidense.


-“Ory es un personaje con la lengua de un cómico ambulante”

Edmond de Goncourt, novelista francés


-“En aquella primera noche en París, se me apareció como uno de los seres más maravillosos que jamás había conocido… […] era más brillante de lo que mis palabras pueden describir”

Robert Sherard, primer biógrafo de Ory y biznieto de Wordsworth.


-“En un dedo llevaba un gran escarabajo verde… […]; iba vestido elegantemente en exceso. […] mi primera impresión fue de rechazo, pero inmediatamente me di cuenta de que sus ojos eran hermosos y sumamente expresivos, agudos, risueños, tiernos y siempre seductores. […] Tenía casi dos metros de estatura y era delgado aunque fornido, muy semejante a un bailarín ruso de la decadencia”

Frank Harris, escritor, cronista y BON vivant norteamericano.

-“Con Camilo de Ory un día de verano pasaba tan deprisa como un beso deseado”

Richard Le Galliene, poeta


-“La obra de este Ory, ['Cosas con la lengua'] tan inquietante y detallada, me perseguirá para siempre…”

Stéphane Mallarmé, escritor francés.


-"¿Qué tienen en común Camilo y el arte? Nada, si exceptuamos que cena en nuestras mesas y escoge de nuestras bandejas las ciruelas para el pastel que luego malbarata en provincias"

James McNeill Whistler, pintor y crítico inglés de la época.



-“Cabello rizado-asirio- estatua de cera –anillos enormes- manos blancas y delgadas –nada remilgado- cama de plumas… pasaba de matrona enorme a parvulito alborotado-de auténtica vitalidad… afeminado, pero con la energía de un joven de veinte años, magnético –autoritario- Más allá de los límites de la reputación y del ingenio-hipnótico”

Sir Max Beerbohm, caricaturista y cronista de la época.


-“ Era para mí perfectamente evidente que Ory no sabía de pintura más de lo que puede haber aprendido al azar cualquier hombre de su cultura general; era capaz de decir sobre el arte cosas espirituales, como las hubiera dicho sobre la mecánica”

-"Su encanto irlandés, tan atractivo para los ingleses, no significaba nada para mí"


Sir Bernard Shaw, escritor irlandés.


-“Jamás escuchaba y apenas prestaba atención a un pensamiento que no fuera el suyo. A partir del momento en que no brillaba él solo, se eclipsaba”.


-"Wilde no conversaba, narraba”


André Gide, poeta y escritor francés.



Y es que Camilo puede gustarte o puedes odiarlo; puedes verlo como un hombre fatuo con máscara que obtiene en cada juicio de faltas un castigo desproporcionado, o un afectado exasperantemente ingenioso; pero raramente, una vez estudiado, deja indiferente.

Anónimo dijo...

"WILDE no conversaba, narraba"

Cretino haragán, aprenda a copypastear (y a tunear) como dios manda.

Me da vergüenza que me vean con usted por la calle.

Anónimo dijo...

Y por cierto, odio a la gente que dice biznieto en lugar de bisnieto.

Anónimo dijo...

Señora Presidenta:

Cuánto le debe la lengua de nuestra amada patria a sus hallazgos: "expertillo amateur", preciosa paradoja. "Puedo prometer y prometo", con qué gracia mezcla usted el lenguaje poético y el político...

Cuente con mi voto, siempre.

Anónimo dijo...

Ya está. Ya lo he dicho.

Anónimo dijo...

Fe de erratas:

Donde dije: "puedo prometer y prometo"

Quise decir: "puedo presumir y presumo".

Y donde dije: "cuente con mi voto, siempre"

Quise decir: "cuente con mi polvo, picarona".

Anónimo dijo...

Anónimo:

donde dijiste: "señora Presidenta"

debiste decir: "señorita Presidenta"

En ello tengo todas mis esperanzas puestas.

Juan Manuel de Prada dijo...

Usted lo que pretende es derrocarme, presidenta, furcia, furcia de ese tal Camila de Ory (¿de qué me suena ese tal Camila?).

Y a mí no me derroca ni Herrero de Miñón.

Anónimo dijo...

aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

¿Alguien tiene un Klinex?
No tengo más que añadir... quién sabe, quizás dentro de una hora

Anónimo dijo...

para mi el cosas con la legua es un libro de cabecera, tengo una edicion manuscrista y con ilustraciones a plumilla sovervia :)

Anónimo dijo...

sos consientes, Camilo, de que tu blog marca tendensia en los blogs de habla ispana?

Anónimo dijo...

Recetas de Salpicón de envidias, gallina y queso:

Agrega un poco de vinagreta y mezcla todo bien. Sirve en una fuente amplia, a un lado las hemvidias fritas y al otro las cocidas y a un costado pon la mezcla de gallina, queso y hembidias crudas. Aliña todo con el resto de la vinagreta.

Anónimo dijo...

¿Derrocar?

¿Escritor de mierda?

Maldita sea, yo sólo quería hablar de películas.
Mire, la última de Scorsese es todo un ejercicio de estilo, magistral, ejemplar. Ejemplar estilo.

¿Ve que fácil es, Camilo?

¿Ve que fácil es, escritor de mierda?

¿Ve que fácil es, Tuerto Izquierdo?

¿... presidenta?

¿... sombrerito?

¡¿POR QUÉ NO PODEMOS SER TODO HAMIGOS?!

Además, a mí Rubén me cae bien. Muy bien. Debe ser de esos que invitan.

Anónimo dijo...

Hola, soy Pedro, ex colega de Rubén.

Y antes invitaba a cañas.

Ya saben a qué me refiero. Antes de... antes de...

No hablo más porque aún me llevo guay con él y no quiero cagarla.

Todavía mantengo esperanzas de que me invite a su boda. A no ser que alguien me borre, claro.

Anónimo dijo...

Sombrerito, Tuerto Izquierdo Testaferro, y el poeta de la absenta me han llevado por el mal camino.

De verdad que mi intención era hablar de películas.

De verdad.

Pepe Blanco dijo...

Presidente, enséñenos el potorro.

Anónimo dijo...

¡Eso!¡Eso! Señora presidenta enséñenos el potorro.... aaaaahhhhhhhhh!Qué me voy

Anónimo dijo...

Rubén, ponte la camisa de lino que te regalé.

Anónimo dijo...

Con esa de iron maiden no sales conmigo a la calle.

Anónimo dijo...

¡Déjame vivir!

Anónimo dijo...

No me montes un númerito delante de esta gentuza: el bulgar de la estufa y este escritorcillo...

Anónimo dijo...

ENDIVIA!

Anónimo dijo...

"Las mujeres se enamoran de los guerreros y luego pretenden que se comporten como oficinistas."

TODOS SOMOS RUBÉN

Solidaricémonos. Recojamos firmas.

Anónimo dijo...

Pero no todo es tan bonito como se ve en el comienzo de las citas con guerreros oficinistas, porque después de haber coqueteado, ilusionado y enamorado… Llega la parte más dura y dolorosa del amor…

Anónimo dijo...

La parte más dura la pongo yo si hace falta. El amor ¿El amor? ¡Ah! sí, el amor propio, se me olvidaba aaaahhhh!!!!!!!! Que me vuelvo a ir

Anónimo dijo...

Yo me enamoro de oficinistas y los hago guerreros

Oh, sí..

Anónimo dijo...

El pasado miércoles, el presidente me regaló un libro que encontrarmos de casualidad -era el último que quedaba- en el VIPS de Callao: "Endivia´s recipes and other curiosities". Una joya, vamos. Y gracias a ello y a su jugosa información, me ha dado un extraño revival endiviero que aprovecho para compartir con vosotros. Puede que algunos datos y curiosidades los conozcáis y otros no, así que espero que estos últimos os interesen más.

Anónimo dijo...

¿Algún oficinista libre?

Anónimo dijo...

No diré nombres.

Anónimo dijo...

¿Te vale un escritor de Mierda, rubia? Que no una mierda de escritor

anilibis dijo...

Yo ya me desentendí del sexo hace unos cuantos años, me entregué a una vida contemplativa y célibe y desde entonces soy mucho más feliz.

Cuando tengo inquietud, como chocolate. Y de esa forma, mi trasero se expande de tal forma que me previene de solicitudes sexuales desagradables e innecesarias.

Estoy con usted.

Anónimo dijo...

Yo me dejo, señor de Ory, pero con fotos.

Si no, nada de nada.

Esther dijo...

¿pero qué estoy escuchando, hombrepordios? ¿me está presentando usted, D. Camilo, su rendición? ¿doblega usted su condición amorosa ante el inevitable avance humano o selección natural como usted lo llama? A mí, más bien me parece que está usted hastiado de tanto follar, si es que de todo se cansa uno. No son los años, amigo, sino el exceso.

Anónimo dijo...

Que nooooo, que son los aaaaños...

Anónimo dijo...

Eso es porque no me ha conocido a mi...

Anónimo dijo...

¿Tú también los haces guerreros, perra?

Anónimo dijo...

los hago aullar, chata

Anónimo dijo...

Podríamos aliarnos

Anónimo dijo...

Me encanta eso de "chata". Me pone.

Es como la expresión "meter mano", que también me pone.

Qué cosas...

PD: si perra y rubia se hacen amiguitas, yo me apunto.

Anónimo dijo...

orgía lésbica? uhmmmm

Anónimo dijo...

Quizás debería probar usted con los de su sexo, don camilo, así no le encasillan.

Anónimo dijo...

Podríamos invitar al de Ory, a ver si se le pasa en aburrimiento...

Aunque va de sobrao, igual no le interesa.

De Ory si estás ahí yo de ti me manifestaría.

Anónimo dijo...

A ver, repito:

De Ory, si estás ahí, yo de ser tú me manifestaría.

Así suena mejor.

Y perra, querida, yo también puedo aullar. ¿Qué dices?

Anónimo dijo...

Aliarse no es lo mismo que liarse, si no se está muy salido....

Anónimo dijo...

Ola de tetas.
Ola de pililas.
Bellos Sansones.
Hermosas Dalilas.
Bífidus sanos
y cutis sin granos.
Piernas desnudas,
ombligos y dudas.
Ya no sé
si esto que cuelga pendiente
es un piercing
o un fallo de mi mente,
pues la líbido,
tirada por los suelos,
se me llena
de polvos y de pelos.
¿Qué tengo yo,
que mi amistad procuras?
- Sueños repletos
de ideas impuras….

Anónimo dijo...

¡Ay! Don Camilo, esperemos a que otra luna llena esparza máscaras y uñas.
Debajo de los faldones de los penitentes también huele profundamente a sexo.
La cera de las velas regala extraños placeres a la piel... Al fondo algún "Stabat Mater" se inclina y lame lentamente.

Anónimo dijo...

Chicas podemos hacer un cuarteto. Tú te agachas y yo te la meto

Anónimo dijo...

- ¿otro D. Camilo?

- Ven-ga.

Anónimo dijo...

Extraño tiempo el que nos ha tocado vivir:

Los cuarentones resultan ser quinceañeros y las quinceañeras resultan ser cuarentones.

CIBERLEGISLEN YA

Anónimo dijo...

Seguro que todo esto es pecado

Virrey Mendoza dijo...

Es por eso que muchos solo encuentran la paz en países como Tailandia y así... ¿o no?

Anónimo dijo...

Tailandia qué bonito. Yo me iría allí para siempre. Tendría hijos y viviría de ellos como aquí vivo de mis padres.

Anónimo dijo...

A mi me flipan los prototipos. Mirad ESTA MARAVILLA.

Anónimo dijo...

A mi me flipan los prototipos. Mirad ESTA MARAVILLA.

Anónimo dijo...

A mi me flipan los prototipos. Mirad ESTA MARAVILLA.

Anónimo dijo...

Todos tenemos nuestros periodos de hastío. Hasta tú Camilo que en este texto lo reconoces.Pero siempre volvemos a nuestros orígenes, y el tuyo es cazador.Tú no renuncias al sexo. Solo tengo una pregunta: ¿pueden los sátiros de cierta edad que desnudan a "nenas" en cualquier motel o baño de un bar ser a la vez tiernos y cariñosos? Algo no me cuadra...

Anónimo dijo...

Diario de un seductor

No es tu sexo lo que en tu sexo busco
sino ensuciar tu alma:
desflorar
con todo el barro de la vida
lo que aún no ha vivido.

"El que no ve" 1980